miércoles, 11 de noviembre de 2009

Viaje a Esquipulas para agradecer que me aceptaron

En los primeros días de enero de 1967, mamá, mi hermanito y yo tomamos un bus con rumbo a Esquipulas para darle gracias al Cristo Negro porque me habían aceptado. Ya había oscurecido y cuando íbamos pasando bajo un puente, un grupo armado nos detuvo. Uno de ellos subió al bus y pidió que todos los hombres bajaran para registrarlos. Mamá se opuso a que bajara, pero lo hice porque ya me consideraba un hombre. Nos pusieron con las manos contra el bus y uno a uno los iban registrando en busca de armas. Yo era el más pequeño de la fila y ni caso me hicieron.
(Qué ajeno estaba que eran las épocas en que la guerrilla y el ejército estaban luchando en el oriente. Por su forma de vestir y comportarse estoy seguro que se trataba de los hombres de Turcios Lima.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario