martes, 17 de noviembre de 2009

Enrique Urizar

Urízar estaba en segundo año cuando nosotros ingresamos. Recuerdo que era de los antiguos “malos”, de los que nos pegaban, nos robaban comida y dinero, sin embargo a mediados de año sucedió algo que cambió su comportamiento: casi muere degollado. Entiendo que estaba parado sobre un lavamanos y éste cedió a su peso, cuando él cayó se dio con el cuello contra la parte que se había roto del lavamanos y se abrió el cuello. Desde entonces le quedó una tremenda cicatriz como si fuera Frankestein, y retomó las creencias cristianas de su familia.

En tercero decidimos editar un periódico estudiantil. Cada tarde iba a mi casa y trabajábamos hasta pasadas las ocho de la noche en el famoso periódico. Como le había dado hepatitis, mamá le preparaba comida sin grasa.

Urízar repitió tercero y terminó graduándose con la décimo cuarta promoción, lo volví a ver un cuarto de siglo después y casi no lo pude reconocer ya que había engordado tanto. Sin embargo conservaba la misma sonrisa y buen carácter que le quedó luego de su accidente con el lavamanos.

2 comentarios:

  1. Ve pues.....Cuando yo conocí al Cabo Urizar, era tan buenisima gente!!! y llego a ser Sargento Segundo Dragon, si no estoy mal. Y siempre tenia su amabilidad, y se miraba que era una buena persona. Claro está cuando tenia que castigarnos nos castigaba, pero nunca nos toco. Lo ví en el aeropuerto La Aurora en el 94?? Lo salude, claro no se acordaba de mi. Pero fué una gran y agradable sorpresa el haberlo visto. No sabía que era malacate anteriormente...jajajaja

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  2. Acabo de enterarme que Enrique es suegro de un compañero de trabajo. Yo lo aprecio muchisimo y creo que supo aprovechar las experiencias de la vida para crecer como persona

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